En los enlaces a los vídeos que hoy os dejo podemos escuchar una verdadera joya musical, el Concerto grosso, Op. 6, nº7 en Si bemol mayor, HWV 325 de Georg Friedrich Haendel. En el primer enlace tenemos los tres primeros movimientos (Largo–Allegro–Largo e piano); en el segundo enlace tenemos los dos restantes (Andante – Hornpipe). La interpretación corre a cargo de la Orquesta de Cámara Eslovaca dirigida por Bohdan Warchal y la grabación corresponde al sello OPUS SLOVAK. En el primer vídeo, el concierto comienza con el Largo inicial, de tan sólo diez compases, que es una simple presentación hacia el Allegro, una extraordinaria fuga de grandes proporciones cuyo sujeto nos hace escuchar catorce veces seguidas la nota Fa. A continuación, sigue un Largo e piano en sol menor, muy expresivo, posiblemente la cima de la obra. Ya en el segundo vídeo del enlace, prosigue un Andante en Si bemol con un tema muy rítmico. El número final es una Hornpipe de inigualable sabor británico y gran vivacidad, con ligeros conatos de fuga. Todo el concierto es un prodigio de equilibrio y armonía compositiva.
Los Concerti grossi de Haendel se inscriben esencialmente a la gloriosa línea de Torelli y muy especialmente de Corelli, pese a los homenajes rendidos en Inglaterra. La serie Op.6 de Torelli había aparecido en Amsterdam en 1714 aunque ya habían sido interpretados en Roma en 1682. Por su parte, el Op. 2 de Albinoni había aparecido en Inglaterra en 1709; la Op. 3 de Vivaldi en 1714; la Op.6 de Corelli en 1715 y la Op. 3 de Geminiani en 1732. Quizás fue John Walsh, que se había convertido en el editor principal de Haendel, quien le pidió que también ocupara un lugar en esta deslumbrante sucesión. Al parecer, Haendel compuso estos concerti grossi no sólo por consideraciones artísticas, sino mayormente por las económicas. Haendel escribió dos series de concerti grossi, la conocida como Opus 3 compuesta por seis (Para algunos especialistas, incluye un séptimo) y la Opus 6, formada por doce. La primera serie fue publicada por Walsh en 1734 mientras que la siguiente serie fue redactada por Haendel en un tiempo asombrosamente corto, del 29 de septiembre al 30 de octubre de 1739, y publicados al año siguiente. Tanto en un caso como en otro, especialmente en el Op.3, no todo son páginas originales, ya que Haendel tomó préstamos de otras obras ya existentes para redactar estos conciertos.
Los 12 Concerti grossi Op.6 están escritos para dos violines y violoncelo solista (Concertino), cuerda y continuo (Ripieno), aunque luego añadió dos óboes a los números 1, 2, 5 y 6. En esta serie, muy superior a la anterior, Haendel muestra una gran variedad formal y emocional, con múltiples fuentes de inspiración: Desde la solemnidad de un himno o de la propia composición polifónica, pasando por la gravedad religiosa, hasta divertidas danzas. Incluso Haendel se permitió el lujo de realizar ciertas experimentaciones, algo realmente inédito en él, en algunos fragmentos como en el primer movimiento del Concierto nº11 en La mayor. Esta serie es, sin lugar a dudas, una de las cumbres instrumentales de Haendel. Disfrutad con la música.
Beethoven decía que Händel era el mejor compositor de toda la Historia. Al escuchar obras como esta uno cree que sí.
Los Concerti Grossi de Händel representan toda la luminosidad del Barroco, mirado no exclusivamente desde la óptica musical sino en todo el conjunto de la época. A la par con la Música se desenvolvió una inmensa cultura que marcó un período de gran elevación en el desarrollo de la Humanidad. Sin ignorar que todas las épocas guardan su estampilla trágica, lo cierto es que también el Barroco es un tiempo de florecimiento y enriquecimiento cultural sin par, que Músicos como Händel expresan abiertamente dentro de las partituras. La obra de hoy es una radiografía del ambiente que se respiraba por aquellos años. Es un espíritu característico el que domina en toda la corta -pero gigantesca- partitura del Concerti Grossi op. 6 n° 7.
Es hermosisimo y me encanta.
Bravi.