Pese a su reducida extensión geográfica, Uruguay es uno de los países con mayor tradición musical del Cono Sur Americano. País originario — según algunas versiones — del tango y la milonga, Uruguay ha dado en el apartado de la música culta a figuras de contrastada relevancia, como los compositores Luis Cluzeau Mortet, Antonio Mastrogiovanni, Eduardo Fabini — también excelente violinista — y Héctor Tosar. A nivel solista ha destacado el trompetista Vicente Ascone, los pianistas Jaurés Lamarque y Luis Batlle, el bandeonista Ariel Martínez y el guitarrista Abel Carlevaro. En el terreno de la lírica, Uruguay ha aportado las figuras de María José Siri, Leandro Marziotte y Luz del Alba Rubio. Fundada en 1958, la Orquesta Filarmónica de Montevideo es la principal agrupación sinfónica del país y su sede se encuentra en el Teatro Solís de Montevideo. Actualmente, y tras la retirada en 2007 de su entonces director titular, el maestro Federico García Vigil, la orquesta viene siendo dirigida por las mejores batutas de América. Precisamente, García Vigil es uno de los directores de orquesta uruguayos más reconocidos de siempre junto a Carlos Kalmar — el actual director titular de la Orquesta Sinfónica de RTVE — y Cristina García Banegas. Pero, sin lugar a dudas, el director uruguayo de mayor proyección internacional es José Serebrier.
José Serebrier nació el 3 de diciembre de 1938 en Montevideo, Uruguay, en el seno de una familia con orígenes rusos y polacos, y comenzó a estudiar violín a la edad de nueve años bajo la tutela de Juan Fabbri, llegando a dirigir por primera vez una orquesta con sólo once años de edad. Graduado en la Escuela Municipal de Música de Montevideo a los quince años, la carrera de Serebrier pareció orientarse casi en exclusiva en la faceta de compositor. De esta forma, a esa misma edad obtuvo el primer premio de composición convocado por la Orquesta Nacional de Montevideo, aunque no se le permitió estrenar la obra debido a su corta edad. Gracias a una beca concedida por el gobierno de los EEUU, Serebrier pudo matricularse en el Curtis Institute para estudiar composición con Vittorio Giannini. En 1958, Serebrier fue nombrado director asistente de Antal Dorati en la Orquesta Sinfónica de Minneapolis, completando además su formación como compositor en la Universidad de Minnesota. Dos años más tarde, en 1960, Serebrier dejó su cargo en Minneapolis para hacerse cargo de la dirección musical de la Orquesta Sinfónica de Utica. Lo escaso de su salario — unos 2.000 dólares anuales — le obligó a alternar dicho cargo con la enseñanza en el Utica College y a vivir durante unos años en una humilde residencia de estudiantes. Sin embargo, en 1962 Serebrier obtuvo su primer cargo de relativa importancia al ser nombrado director asociado de la American Symphony Orchestra por mediación de Leopold Stokowski, maestro con el que llegó a colaborar estrechamente.
En 1964, Serebrier se presentó con esta formación en el Carnegie Hall y obtuvo un rotundo éxito por parte de crítica y público. Aprovechando su cargo de director para dar a conocer su propia obra, en 1968 Serebrier ejerció como asistente de George Szell en la Orquesta de Cleveland durante un par de temporadas para posteriormente desarrollar una intensa actividad como director invitado en Europa, manteniendo un gran cartel en Inglaterra y una estrecha vinculación con la Orquesta Filarmónica de Londres. A partir de 1982, Serebrier ejerció como principal director invitado de la Orquesta Sinfónica de Adelaida para más tarde asumir el cargo de director artístico del Festival de las Américas. En los últimos tiempos, Serebrier ha colaborado asiduamente con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Bélgica, con la Orquesta Filarmónica de Londres, con la Orquesta Sinfónica de Roma y con la Orquesta de Cámara de Escocia. Director requerido como invitado por las principales formaciones europeas y americanas, Serebrier desarrolla en la actualidad una doble faceta como compositor y director. Casado con la soprano norteamericana Carole Farley, la pareja vive a caballo entre Londres y Nueva York.
Considerado como uno de los mejores directores de orquesta surgidos en Sudamérica, José Serebrier se ha destacado en su doble faceta de director-compositor y en la actualidad ocupa un lugar de privilegio en la escena musical internacional. Ganador de numerosos premios Grammy por sus trabajos discográficos y compositivos, Serebrier es un director alabado por su claridad, intensidad y precisión interpretativa, aunque en ocasiones se le reprocha un exceso de edulcoramiento expresivo y alguna peculiar libertad a la hora de elegir los tempi. Desde 1975 dirige sin batuta al haberse lastimado la mano con dicho instrumento (pese a haberse clavado la batuta en la palma de la mano, Serebrier continuó dirigiendo aquella accidentada sesión valiéndose de un pañuelo para taponar la llamativa hemorragia…). Pese a todo, en los últimos años Serebrier ha vuelto a servirse de la batuta. Director de amplísimo repertorio, no obstante Serebrier se encuentra más cómodo en las obras sinfónicas de principios del siglo XX y se muestra como un excepcional intérprete de la música rusa de dicho período. Asiduo de los estudios de grabación, Serebrier ha recibido numerosas alabanzas por su excepcional registro de la obra de Charles Ives y es un habitual director invitado por las principales orquestas españolas en sus conciertos de abono.
De entre la producción discográfica debida a José Serebrier podemos mencionar las siguientes grabaciones (advertimos que los distintos enlaces que vienen as continuación no tienen porqué corresponderse necesariamente con la versión citada pero sí con la obra mencionada): Toccata y Fuga de Bach en orquestación de Stokowski dirigiendo la Orquesta Sinfónica de Bournemouth (NAXOS 8572050); Canzonetta para óboe y cuerdas de Barber dirigiendo la Orquesta de Cámara de Escocia (PHOENIX USA 111); Fragmentos sinfónicos de Chadwick dirigiendo la Orquesta Filarmónica de Brno (REFERENCE 2104); Sinfonía nº1 de Chaikovski dirigiendo la Sinfónica de Bamberg (BIS 1273); Sinfonía nº4 de Ives dirigiendo la Filarmónica de Londres (CHANDOS 8397); Cuadros de una exposición de Mussorgski en orquestación de Stokowski dirigiendo la Joven Orquesta Nacional de España (NAXOS 211030); Una noche en el Monte Pelado de Mussorgski dirigiendo la Orquesta Sinfónica de Bournemouth (NAXOS 8557645); Suite de Hamlet de Shostakovich dirigiendo la Orqusta Sinfónica de la Radio de Bélgica (RCA 55493); y, finalmente, selección de fragmentos sinfónicos de Wagner arreglados por Stokowski dirigiendo la Orquesta Sinfónica de Bournemouth (NAXOS 8570293). Nuestro humilde homenaje a este gran director de orquesta.