En el enlace al vídeo que hoy os dejo podemos escuchar el segundo movimiento, Allegro energico, de la Sinfonía Aitana del compositor alicantino Oscar Esplá. La versión del vídeo se corresponde con una lectura efectuada por la Orquesta Nacional de España dirigida por Rafael Frühbeck de Burgos y no sabemos si dicha grabación se encuentra aún disponible ya que fue registrada en formato LP en el sello COLUMBIA (ref 14091) y no nos consta que exista la misma versión en CD. Obra de madurez del autor, la obra no fue terminada hasta 1964 tras un período de larga gestación y en ella Esplá parece regresar a una música melódica y tonal. (La dedicatoria de la partitura es elocuente: In memoriam, a la música tonal…). Compuesta en cuatro movimientos, Lento — Allegro energico — Andante fugato — Allegretto scherzando, la sinfonía presenta una orquestación muy cuidada y demuestra, sin ningún género de dudas, que Oscar Esplá fue uno de los músicos más importantes de su generación. (En el portal de vídeos YouTube aparece una versión de la Orquesta del Conservatorio Superior de Música de Alicante dirigida por el maestro Joan Iborra que se encuentra solapada en tres vídeos. El problema es que el tercer movimiento no aparece — o no lo encuentro yo — por ningún lado. Os dejo aquí el enlace al primer vídeo).
La llamada generación de maestros, que se correspondió de forma casi rigurosa con la generación literaria del 98, resultó decisiva para la renovación musical española, la consolidación del sinfonismo y cierta independencia del mundo de la zarzuela, además de ofrecer compositores de primerísima línea. Falla, aunque sin duda es adscribible a esta generación, proporcionó un aspecto vanguardista que en cierta medida trasciende a dicho grupo. Conrado del Campo (1878-1953) y Julio Gómez (1886-1973) fueron los representantes madrileños que trataron de abrir paso tanto a la ópera como al sinfonismo con obras de corte nacionalista. Joaquín Turina (1882-1949) ejemplifica un nacionalismo de segunda oleada más específicamente sevillano que andaluz. Un nacionalista abocado hacia los temas vascos fue Jesús Guridi (1886-1961), mientras que en el área mediterránea el autor más destacado fue el alicantino Oscar Esplá.
Oscar Esplá y Triay nació el 5 de agosto de 1886 en Alicante y desde muy joven empezó a estudiar música en su ciudad natal junto con Juan Latorre. Poco después, presionado por su familia, Esplá partió rumbo a Barcelona para estudiar ingeniería y filosofía, disciplinas que finalmente abandonó para dedicarse por entero a la música tras conseguir un premio nada menos que de la Sociedad de Música de Viena en 1911. En la capital austríaca, el director Ferdinand Löwe estrenó algunas obras de Esplá y durante 1912 estudió brevemente junto a Max Reger para un año después hacer lo propio en París con Saint-Saëns. Ya en 1930, Esplá fue nombrado profesor del Conservatorio de Madrid, siendo su director durante los años de la Guerra Civil (1936-1939), aparte de ejercer como presidente de la Junta Nacional de Música y Teatros Líricos entre 1931 y 1934. Tras la Guerra Civil, Esplá partió hacia Bruselas y allí vivió la Segunda Guerra Mundial, siendo nombrado en 1946 director del Laboratorio Científico Musical de Bruselas. En 1948, la UNESCO encarga a Esplá la dirección de los trabajos para la normalización del diapasón. Esplá decidió regresar a España en 1951 y un año después ingresó en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, aunque sus relaciones con el régimen franquista en absoluto fueron cordiales. Fue también miembro del consejo de la UNESCO y presidente de la sección española de la Sociedad Internacional de la Música Contemporánea. Director desde 1958 del Conservatorio de Alicante, Oscar Esplá finalmente falleció el 6 de enero de 1976 en Madrid.
Oscar Esplá fue uno de los más destacados exponentes en el empeño de establecer una escuela de música sinfónica en España. En sus principios abrazó la obra de Richard Strauss para posteriormente dejarse influir por el impresionismo francés y el nacionalismo, creando una música de corte mediterráneo y acento levantino. Músico cultivado y de amplísimo espectro intelectual, Esplá siempre priorizó el refinamiento armónico al tratamiento orquestal, por lo que este último resulta a veces un tanto irregular. En sus últimos años su producción se volvió más conservadora y ello le granjeó la desconfianza de las nuevas generaciones. Sirva desde aquí nuestro humilde homenaje a este fabuloso compositor español.