El título de mi comentario los puede llamar a engaño pero es como veo hoy el escenario político de la España de estos días.
Hace ya unos meses que vengo pensando si meterme en un tema que seguro levanta ampollas como es el de la corrupción en la política, los entresijos de los partidos y las apetencias personales, pero los avatares de las últimas semanas me han decidido.
Todos cuando estudiamos – no importa el país – tuvimos referencia a un grupo de personas que la historia ha plasmado como patriotas, que priorizaron el interés general sobre el personal a la hora de tomar decisiones. Me refiero también a aquellos que desde nuestra visión personal podamos entender que se equivocaron pero hicieron lo que su conciencia cívica les mandaba.
Lejos han quedado esos tiempos y esas personas a la luz de lo que hoy nos toca ver .
Hoy parece ser que el modelo ha cambiado y nuestro sistema político se ha llenado de advenedizos, oportunistas y maquiavelos cuyo lema es el todo vale y que han visto en los cargos públicos (políticos) la oportunidad de asegurar económicamente a su familia y futuras descendencias satisfaciendo su ego.
A mi entender deberíamos rebautizar a este conjunto de ciudadanos que los medios denominan clase política como lacra política pues enquistada en nuestra sociedad se ha instalado para quedarse, perpetuarse y hacer de la cosa pública lo que sus intereses personales le demanden.
Desde los partidos afectados sólo se escuchan declaraciones corporativas con la complicidad de seudo periodistas que aguijonean o adulan según les paguen y donde se presentan como víctimas perseguidas ( la institución), no siendo capaces o no les interesa separar la oveja negra que afecta al rebaño. Todas bombas de humo para tapar lo que importa que es el hecho que nuestros representantes han tomado una actividad como la política para plasmar sus negocios. Es cierto que lo que está ocurriendo en España no es privativo nuestro, a poco que nos adentremos en los países vecinos o de otras latitudes (eufemísticamente llamados no desarrollados) encontraremos casos parecidos o peores, pero no es consuelo ( Mal de muchos ……..).
Pero lo que más me preocupa es que pensamos de ese accionar los ciudadanos de a pie??
Hay para todos los gustos: Están los indiferentes, los que condenan pero siguen con lo suyo, los que con su silencio aprueban, los que cuestionan el tratamiento que les da la policía y justicia y los que les repugna este accionar pero se sienten impotentes.
Se los puede ver en los telediarios esposados entrando en los juzgados, pueden ser denunciados por expolio de las arcas públicas, por enriquecimiento ilícito o les pueden pillar en una orgía con un montón de prostitutas.
No importa cual sea la acusación, la fidelidad de los militantes al partido no se resiente. Lo más parecido a un forofo de un equipo de fútbol, que solo ve su divisa y no le importa el juego que despliegan.
Pareciera que los escándalos que se suceden a diario no hacen mella en nuestro pensamiento, con lo que cabe pensar si el tema de la corrupción es algo a tener en cuenta a la hora de emitir el voto o si por el contrario son otros los factores que deciden
Algunos estudiosos señalan que todo depende de los valores arraigados en la sociedad en cuestión y por consecuencia su impacto en la conciencia individual del ciudadano. Así entonces, ciertas sociedades son más permeables a determinadas conductas que otras y entonces reaccionan de distinta manera.
Dicho en otros términos, aceptan por caso las transgresiones relacionadas con conductas sexuales pero son inflexibles con temas económicos o de malversación o viceversa
A la luz de lo que ocurre en España pareciera que somos permeables a todo.
ME RESISTO A CREERLO.
Y en esta construcción del pensamiento colectivo juegan un papel importante, sino definitorio, los medios de comunicación como formadores de opinión y el uso que de ellos hacen los partidos políticos (independientemente de si son gobierno u oposición) .
Un ejemplo me aclarará: ante un hecho evidente sobre la mala gestión de un funcionario, se resalta hasta el hartazgo su semblanza de buena persona, padre de familia o su conducta espartana ¿Qué es lo que creen que en realidad queda en el inconciente colectivo?
Este tema da para varios otros post por lo que no me extenderé, pero rescato que de tanto machacar llegamos a identificarnos con el personaje. Al punto que al referirnos al jefe de determinado partido decimos “el bueno de M…” Que probablemente lo sea, pero no pensamos si dándole nuestro voto estamos depositando nuestro futuro en el mejor gestor posible (racionalidad limitada – Herbert Simon) o simplemente castigamos la mala gestión de otro partido sin reaseguro de que el elegido podría hacerlo mejor.
Y vuelvo al principio: Si soy del Madrid no me importa que pasa en mi equipo me conformo con que al Barcelona le vaya mal
Es que si bien a priori la mayoría de los electores no se identifican con las conductas ilícitas o poco ejemplares, tampoco están dispuestos a que su decisión política (su voto) sea cuestionado permanentemente por la oposición, por los medios… o por la justicia.
En síntesis lo vivimos como un derby en que por supuesto a nadie le gusta ser vencido, otra explicación no encuentro a la luz de los resultados de las encuestas de intención de voto.
Feliz puente para todos
THENIGER
El noventa por ciento de la población se dice muy demócrata pero la verdad es que siempre vota al mismo partido. SIEMPRE.
Todo lo más se abstiene cuando éste lo hace rematadamente mal.
Por eso, paradójicamente, quienes suelen decidir los procesos electorales son los votantes menos fidelizados.
Se diría que ésa es la venganza sutil de la democracia.
Este fenómeno, «forofización» de la vida política o identificación personal con unas siglas, quizá se explique por el hecho de que, en el fondo, somos mucho más viscerales e irracionales de lo que estamos dispuestos a admitir.
Un abrazo y buen fin de semana a todos.
completamente de acuerdo Angel, gracias por tu comentario.