En las últimas dos semanas hemos presenciado la nueva tendencia de nuestra clase política en lo que se refiere al oportunismo  en las declaraciones  públicas.

Empezamos con el tema de la inmigración, seguimos con los depósitos de residuos nucleares y ahora instalamos el tema de la cadena perpetua.

No es mi intensión fijar posición sobre estos temas, aunque la tengo, sino profundizar un poco sobre el oportunismo electoral, el discurso de barricada, la demagogia, la falta de coherencia de pensamiento de los partidos políticos y el hiper ejercicio del digo y afirmo lo contrario.

Desde la década de los 90 venimos presenciando un resquebrajamiento del componente ideológico de las plataformas de los partidos fruto de la evolución de las sociedades en su conjunto y como forma de adaptación a las nuevas realidades sociales que se van implantando en el mundo. Los sociólogos hablan entonces de pragmatismo político que bajo una bandera ideológica más genérica adecuan su discurso a lo que el electorado quiere escuchar. Así, presenciamos a diario que ya no existen pensamientos de derechas o de izquierda, lo que en principio sería bueno, si se centraran en las necesidades de los pueblos  y mantuvieran cierta coherencia dogmática, sino que cual reality show descargan permanentemente su parafernalia dialéctica para sufrimiento de la gente y beneplácito de los telediarios.

Consecuentemente se produce un distanciamiento entre el discurso de la clase política según el ámbito de actuación – nacional, municipal o autonómico- e inclusive de acuerdo al posicionamiento que los individuos tengan dentro de la estructura de su partido.

Es entonces que nos encontramos a individuos que según el ámbito en que actúan pueden tener pensamientos diametralmente opuestos exponiendo argumentos y justificaciones de los mismos que en un caso u otro sirven para validar pensamientos opuestos.

El otro aspecto a tener en cuenta es la rapidez con la que cambian de pensamiento/argumento de acuerdo a la medición que sus asesores hacen del impacto de sus dichos (con los conocidos “ fuera de contexto” o matizaciones que contradicen los dichos)

Así por la mañana  pueden estar a favor de la prisión perpetua, por la tarde una posición equidistante y por la noche completamente en contra.

Algunos ejemplos de lo dicho podemos verlos en el accionar de los siguientes políticos

Montilla. Mientras fue ministro alentó la construcción de reservorios de desperdicios nucleares; ahora como Presidente de Cataluña no avala tal política en su comunidad.

Esperanza Aguirre se manifiesta a favor de la cadena perpetua y acto seguido agrega que ésta podría ser revisable. ¿Como debemos entenderlo?

A raíz del caso de Torrejón de Ardoz,  pares (cargo y militancia política) se oponen a la postura del alcalde. El presidente del PP se pasa tres pueblosy no ve necesario el empadronamiento para dar educación y sanidad a los inmigrantes irregulares desconociendo el sentido del empadronamiento (base para que el gobierno central asigne fondos para ese menester a los ayuntamientos y saber cuántos somos en España) que exige nuestra Constitución. El Alcalde de Madrid ratifica la necesidad de empadronamiento. Como se ve, tres posturas diferentes de miembros del PP para un mismo tema.

La Sra Cospedal amenaza con instruir sumario interno a un alcalde del PP por proponer  a su  pueblo para que se construya un depósito de desechos nucleares cuando su partido es propenso a la construcción de centrales. Javier Arenas su correligionario la descalifica.

Todo esto, en mi modesta opinión, no hace sino reflejar que el reloj electoral se acelera y sólo debemos esperar en las próximas semanas/meses una profusión de discursos contradictorios pero electoralista por parte de aquellos en los que depositaremos nuestras ilusiones de que nos lleven por la buena senda

Es evidente que los asesores de marketing político cada vez están teniendo más predicamento entre la clase política.

Lo que empezó de forma naif con temas de imagen (ropa, delgadez, cabellera, barba, bigote, hobbies, deportes, modelo de familia) ahora es un constante escudriñar en la mente de los posibles votantes para adaptar el discurso a su pensamiento.

Viene a mi memoria cómo llegó al poder en Argentina el por entonces ignoto Carlos S. Menen, quien con imagen (parodiando al  caudillo de la independencia Facundo Quiroga) y un discurso populista que luego no cumplió sino que hizo lo contrario en grado sumo accedió a la primera magistratura con mayoría en primera vuelta.

Juegan con la ventaja de la poca memoria de los que en virtud del sistema democrático en que vivimos no vemos en el voto un derecho propio y obligación para con nuestros conciudadanos sino como un mero trámite que para más INRI no es obligatorio.

Buen fin de semana

THENIGER