Las campaña por las elecciones en Cataluña está mostrando como se trata de imponer ideas por parte de los candidatos a los votantes sin importar si con ello se generan polémicas o se entra en contradicciones dentro del mismo cuerpo partidario.
CIU, en la persona de Duran i Lleida, ha instado a los catalanes (palabra más, palabra menos) a procrear pues «más del 50 por ciento de los nacimientos son hijos de inmigrantes». No se entiende a qué apunta, pues que mejor para la remañida integración que los inmigrantes tengan hijos españoles ya que, sin lugar a dudas, generan raíces más profundas. Si el mensaje se refiriera a las migraciones internas, el susodicho olvida los orígenes de la población de Cataluña donde no más del 20% pueden ufanarse de ser tercera generación de catalanes.
Las propuestas del PP en Cataluña en la persona de Sánchez Camacho han puesto en evidencia el pensamiento de una parte de la sociedad española respecto a la inmigración y. de ser el partido gobernante para el 2012, cual puede ser el escenario en el que nos encontraremos. Ha nacido el concepto del “BUEN INMIGRANTE“. No cabe la aclaración de Rajoy diciendo que al ser gallego sabe de lo que habla pues y hablo con conocimiento de causa,;mis parientes llegaron a Argentina con papeles adulterados que luego regularizaron y por efecto llamada. Nada nuevo bajo el sol pero sería bueno que se saquen la máscara para que los votantes sepan a que atenerse.
Semanas atrás leí una entrevista que le hicieron a Javier de Lucas en Buenos Aires. Confieso que no lo conocía y a partir de ella me interioricé de su pensamiento al respecto. Javier de Lucas es Doctor en Derecho por la Universidad de Valencia y Catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Valencia. Por muy dura que suene su visión del pensamiento europeo sobre la inmigración en el marco de la globalización, responde a una cruda y dura realidad que se esconde y creo no equivocarme que comparte gran parte de nuestra sociedad. Desde el comienzo de la historia siempre hubo migraciones motivadas por diferentes circunstancias: diásporas, guerras, fenómenos naturales y otras. En este mundo globalizado los motivos han variado y con ello también las consecuencias.
Bajo el paraguas de la libre circulación se esconde entonces una nueva forma de esclavitud consistente en la figura del trabajador migrante, desechable cuando las necesidades de mano de obra se acaban. En algún sentido es como retroceder a la época feudal donde la figura del Señor es asumida por los Estados haciendo de las personas piezas intercambiables, desechables del aparato llamado economía. Como antaño con la figura del temporero se pretende contratación limitada en el tiempo con condiciones económicas de subsistencia.
El planteo entonces para el caso del migrante no tendría (a decir de los postulados expuestos) ninguna posibilidad de decisión respecto a su presente y futuro salvo agradecer la “posibilidad” que le dan de ganarse el sustento. El fallo, amén de lo inhumano, es que no visualizan que con su esquema atentan contra lo que supuestamente defienden – la economía – pues no son concientes que esos migrantes consumen, gastan e invierten y entonces reducen la posibilidad de generar riqueza.
¿Vale un contrato de integración o como quiera que le llamen? El único contrato que vale es generar condiciones para el arraigo y el desarrollo. Paralelamente la otra pata es la colaboración seria de los países (léase Europa como bloque) con los países exportadores para su desarrollo, que es la forma de evitar la sangría humana. Puede que suene a demagógico mi pensamiento en el sentido de “proteger“ a los débiles pero a poco que lo pensemos quién nos dice de qué lado estamos hoy y por cuánto tiempo?
En realidad todos seremos / fuimos inmigrantes en algún momento, pues el apego al terruño no garantiza la supervivencia y las necesidades individuales y familiares han cambiado. En plan irónico sería preferible volver a la esclavitud, pues exigía del amo la obligación de dar alimento y techo para proteger su “inversión”.
Un abrazo
THENIGGER (ahora con 2 g)
Thenigger, te dedico este desbarre…ya sabés como soy, pero vos me pediste, y yo sigo unas frases a las tuyas, amigo.
De hecho todos emigramos en nuestra vida,hacia otras vidas emigramos de niños, a seres adolescentes,luego de adultos emigramos tambien a mayores y de mayores a nada, mudamos de piel, cada rato, cada nueva circunstancia, cada paso que damos es definitivo, a un no regreso.
emigramos de ser hijos a ser padres, emigramos de sostener a que nos sostengan, emigramos de un corazon a otro……….
todos emigramos, aunque nos resistimos por tener memoria, fotografias, llaveros,autoconcepto, vicios inamovibles.
emigrar es bueno, saludable y signo definitivo de estar vivo.
para regular eso no hace falta ningun contrato entre el estado y tu, ninguna ley que revise, la vida es movimiento, movimiento, movimiento. parece que nos propusieran muerte. no acepteis.
bueno, bueno, que voy a tener que hablar con Leiter para que solicite ampliación de aforo en el bar. Bienvenido Juanma. Pues como tu dices la vida es mutación constante (emigración) , cuando nos conformamos con nuestra piel empezamos a morir. Dios sabe cual será nuestra próxima emigración.
un abrazo y bienvenido.
pd: dile a tu chica que el bar es mixto
thenigger (con dos g)
Hola Thenigger (con dos g).
Sí, todos somos emigrantes. Alguno de nuestros antepasados emigró. Nosotros mismos hemos emigrado. Y alguno de nuestros descendientes también emigrará. Me refiero a la emigración física, geográfica y social. En las personas hay, en unos casos más y en otros menos, una tendencia a buscar mejores condiciones de vida. Incluso en algunas situaciones la razón del movimiento migratorio es la pura y dura supervivencia.
El fenómeno migratorio es sencillo de comprender y de justificar. El problema se plantea cuando en el lugar, digamos país, al que se ha llegado tiene problemas importantes que resolver en el orden económico y social. Es la hora de las soluciones. Y a buen seguro que éstas no son fáciles de encontrar.
Se dice que en la búsqueda y aplicación de soluciones toca a todos y a cada cual poner su grano de arena. Correcto. Pero a quién de verdad corresponde tal responsabilidad es a los administradores de la cosa pública y a quienes tienen en sus manos el poder económico.
Tengo el sentimiento y la certeza de que al día de hoy ni unos ni otros están muy centrados en lo que tendrían que estar y los demás pues tampoco demasiado.
Saludos.
hola Antonio , gracias por tu aporte.Bien dices sobre las responsabilidades, pero les sería más difícil y quizás los obligaría a cambiar si nosotros todos los de a pie no aceptáramos fácilmente ante el canto de sirena de los candidatos, pues en el fondo las propuestas rápidamente tienen adhesión por parte de los simpatizantes con lo cual se autojustifican y luego dicen que es lo que la sociedad «demanda».
Creo que De Lucas expresa claramente el doble rasero del poder en Europa
un abrazo
Imagen de inmigrante: persona proveniente de pais extranjero,de pocos recursos que acepta trabajos sin cualificar. Esta es más o menos la imagen que tenemos de un inmigrante.
Me pregunto si no es inmigrante el profesional de cualquier campo que por gusto o por cuestiones profesionales decide emigrar. De esos no se habla, de hecho las imágenes que se nos ofrecen de emigrante «tipo» es la que responde a esa idea de un pobre que sale de su país a buscarse la vida. Perdón, olvidaba a los españoles emigrantes en otros paises que salen en «Españoles en…», ¿se han fijado que pertenecen al grupo de emigrantes fuera de «tipo»?. Pues mal que les pese a algunos, son emigrantes y punto.
Es posible que el conflicto no esté en la emigración, está en el tipo y cantidad de personas que emigran, creo que sobre todo está en el tipo más que en la cantidad.
Muchas personas sienten rechazo por todo aquello que represente un posible riesgo de desequilibrio de una sociedad formada a imagen y semejanza de los «locales», si este posible riesgo proviene de gentes «guais» no nos preocupa, nos identificamos y nos vamos de «jalogüín», queremos aparentar ser modernos y más ricos de lo que somos, es humano, patético y triste. Si esas personas son negras, llevan turbantes y encima les da por mirar a la Meca tenemos un conflicto serio por no hablar de nuestros parientes del otro lado del charco que de repente ya no son tan parientes sino más bien unos parias.
Del otro lado tampoco andan muy finos. Inmigrantes que olvidan que ya no están en su casa, están en otra cultura y hay algo que se llama adaptación sin por ello olvidar de donde vienen.
Es un tema espino y delicado con multitud de facetas y matices.
Necesitamos sentido común, aparcar filias y fobias, esta es una cuestión importante y requiere mucha cabeza.
Perdonen ustedes este exabrupto.